Elena y Rubén

Todo empezó de una forma inesperada, como empiezan las mejores historias.

Conocimos a Elena y a Rubén en clases de boxeo cuando ya tenían el fotógrafo para su boda y ya era tarde para contratarnos.

Finalmente el fotógrafo que habían contratado tuvo un percance y no iba a poder hacer su reportaje. Recibieron la noticia estando de viaje, en una fecha muy cercana al día de la boda. Quedamos en cuanto volvieron a Madrid, algo nerviosos por el contratiempo y con la esperanza de encontrar un fotógrafo que les gustara en el plazo que tenían (preferiblemente nosotros), y que además tuviera el día de su boda disponible en su agenda.

Al final conseguimos encajarlo y realizar el reportaje de su boda, y he de decir que es una de las bodas más divertidas y en las que más hemos llorado de toda nuestra carrera. Son una pareja maravillosa y sus familias y amigos son geniales. Nos trataron increiblemente bien y lo disfrutamos como 2 invitados más.

El día fue algo extraño. Hizo sol y llovió, aunque el tiempo respetó durante el enlace y, aún con algo de oscuridad por la hora y las nubes, pudimos hacer unas fotos preciosas y creativas.

Se casaron en la finca Etxemendi, en San agustín de Guadalix. No conocíamos esta finca en particular, pero lo cierto es que tanto la decoración como el ambiente fueron increíbles y todo salió a la perfección.

Recordaremos siempre esta boda por varios motivos. Por los regalos tan emotivos que se hicieron y que nos hicieron llorar a todos, por la lluvia inesperada y el caos que provocó… Pero sobre todo la recordaremos porque ver a una pareja tan feliz en su gran día, tan entregada, disfrutando tantísimo de su gran momento y tan bien acompañada de su gente es uno de los motivos principales por los que nos gusta tantísimo este trabajo. Creo que es una de las bodas en las que menos nervios hemos visto pasar a los novios. Fue la felicidad en estado puro. Incluso les dio un ataque de risa en el momento de dar los votos, y aún a día de hoy no tengo claro si fue por nervios o sencillamente lo estaban disfrutando al máximo.

Simplemente una boda y una pareja geniales.