IRENE Y JAVI
Estamos encantados de poder enseñaros la boda de Irene y Javi en Miraflores de la Sierra. Una boda organizada con mucho encanto por unos novios con muchas ganas de que todo saliera perfecto, mirando hasta el más pequeño detalle.
El día empezó con la visita a sus casas en Soto del Real y en Madrid.
Al llegar, nos recibieron con los brazos abiertos, tanto Irene como Javi y sus familias, poniéndose a nuestra disposición para hacer lo que fuera necesario para que todo saliera lo mejor posible. Fueron momentos llenos de emociones, debido a que ambos tenían sorpresas para sus familiares y al dárselos no pudieron evitar soltar algunas lágrimas. Los preparativos transcurrieron con mucha calma hasta que por fin pudimos iniciar el camino hasta el lugar de la ceremonia.
La ceremonia tuvo lugar en la Gruta de Begoña,
un bonito santuario situado en Miraflores de la Sierra a las faldas del Puerto de la Morcuera. Un lugar ideal para darse el si quiero, además el tiempo nos acompañó con un precioso atardecer. Al terminar la ceremonia, los amigos de Javi e Irene nos esperaban con un pasillo de espadas láser haciendo un divertido guiño a Star Wars.
Terminada la sesión, nos pusimos camino hacia el lugar donde se celebraba el convite, que tuvo lugar en la finca Etxemendi (grupo Araceli),
San Agustín de Guadalix. Cuando llegaron todo estaba listo para ellos, les recibieron entre abrazos, risas, comida y bebida. La decoración estaba cuidada al detalle. Cada mesa tenía una foto de los novios con un mensaje para cada uno de los invitados sentados a esa mesa, incluso la de los fotografos. No pudimos evitar emocionarnos con el mensaje que nos escribieron.
Otro de los detalles que los novios regalaron a los invitados fue un globo en cuyo interior se encontraba un led, que sirvieron para iluminar su entrada al salón. Fue una entrada muy divertida y original en la que fueron hasta su mesa bailando y saludando a todas las mesas del salón. Una vez sentados, la cena transcurrió con mucha tranquilidad, hasta el corte de tarta. Desde ese momento empezó el carrusel de sorpresas, regalos y discursos.
Llegado el momento del baile, pudimos fotografiar un precioso vals que Irene y Javi habían preparado para todos.
Concluido su baile, pudimos disfrutar de la fiesta que habían preparado, hasta que de pronto se paró la música y se apagaron las luces. Nos sorprendieron con una entrega muy original del ramo en la que cada invitado tenía que coger un cordel atado al ramo e Irene con los ojos vendados fue cortando cada una de esas cuerdas hasta que solo quedó una.
Terminada la entrega del ramo, el cual recogió su hermana, se reinició la fiesta hasta el amanecer.
Ha sido un verdadero placer poder la boda de Irene y Javi en Miraflores de la Sierra, cada uno de los momentos desde el preboda hasta la madrugada de su día, ser una parte más de su historia y poder contarla.